Los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de distintos modos; de lo que se trata es de transformarlo.
miércoles, 17 de marzo de 2010
Gabinete de hierro
Leemos en LPO: “Hoy el Gobierno tiene tres candidatos: Néstor, Cristina y Daniel”, se sinceraron ante La Política Online desde el PJ nacional. Pero los números, lo único que importa a la hora de la verdad, señalarían a Daniel Scioli, gobernador de la provincia de Buenos Aires, como la alternativa para competir con la atomizada oposición.
Mientras que a la presidenta aún no la midieron, Kirchner pierde, según un estudio reciente de la encuestadora Analía del Franco –que trabaja para el gobierno- en todos los escenarios de ballotage, como explicó este medio.
El santacruceño está en la misma situación que el ex presidente Carlos Menem en 2003. Tiene un piso de votantes que rodea el 20 por ciento, lo que prácticamente le asegura una victoria en primera vuelta contra una oposición atomizada, que podría tener hasta cinco candidatos.
Pero la oposición votaría en bloque contra el actual diputado nacional en una hipotética segunda vuelta y no hay nadie más consciente de eso que el propio Kirchner.
Scioli, en cambio, es el dirigente del peronismo kirchnerista con mejor imagen y sobre todo con más conocimiento de la gente en el país. Incluso le gana por lejos a otros gobernadores kirchneristas que tienen muy buena imagen en sus provincias pero no son conocidos en el país.
Es el caso de José Luis Gioja, de San Juan; Juan Manuel Urtubey, de Salta y Jorge Capitanich, de Chaco, que tienen aspiraciones presidenciales, pero a sabiendas de que perderían una elección nacional, se conformarían con acompañar a Scioli o a Kirchner en una fórmula.
De estos tres, el que tendría más chances de ser candidato a vicepresidente sería Gioja, que por lo que establece la Constitución no puede reelegir como gobernador en San Juan. A ese respecto, el operador presidencial Carlos "Chueco" Mazzón, sería uno de los principales promotores de un binomio Scioli-Gioja. El kirchnerismo, entre tanto, les deja abierta la esperanza a todos de que sean candidatos para mantenerlos cerca.
Pero con Scioli la situación es diferente y el propio Kirchner se encargó de demostrarlo en las escasas apariciones públicas que tuvo este año. El 24 de febrero, en un acto de tinte ultrakirchnerista en el club Atenas de La Plata, el único orador además del ex presidente fue Scioli. Y la semana pasada, en el acto en el microestadio de Ferro, organizado por Emilio Pérsico, del Movimiento Evita, el gobernador tuvo una llamativa preponderancia.
Movida anticipada
Consciente del escenario que se viene, Scioli realizó una maniobra puramente política y se atrevió hoy a tocar, aunque sea de manera indirecta, un tema que siempre le fue muy sensible: la situación de su hermano, José “Pepe” Scioli. Es que el gobernador ya decidió quién será el nuevo secretario general de la Gobernación, el cargo que ocupó Pepe hasta diciembre, pero en el que siguió teniendo incidencia.
Después de la resonante salida de Pepe Scioli a fines de 2009, el gobernador eligió pasar por un período de transición reemplazando a su hermano por un hombre con perfil técnico, y para eso eligió a Mariano Cervellini, un joven abogado que trabajaba bajo la órbita de Pepe, como subsecretario Legal y Técnico.
Tres meses después, cuando el acercamiento de Pepe con Francisco De Narváez ya es una realidad, el gobernador decidió devolverle el perfil político a la secretaría general de la Gobernación y hoy anunció que ésta será ocupada a partir de abril por el actual titular del Instituto de Obra Médico Asistencial (IOMA), Javier Mouriño, tal como anticipó La Política Online en diciembre pasado.
Como ya explicó este medio, Mouriño militó en los años setenta junto a Kelly Olmos en la agrupación peronista Guardia de Hierro, famosa por su secretismo y su concepción férrea del poder. Ya en los 90 se convirtió en un defensor a ultranza del menemismo y fue una de las figuras de la agrupación justicialista porteña llamada “Libertadores”, muy ligada al ex ministro del Interior, Carlos Corach.
A partir de allí, Mouriño forjó una muy buena relación con Daniel Scioli cuando ambos eran diputados nacionales por Capital Federal. Pero por su mirada crítica del kirchnerismo, Scioli prefirió mantenerlo en un segundo plano del gobierno.
Que el gobernador haya trasladado a Mouriño a un cargo de primera línea para otorgarle un perfil más político a su gestión, es un claro indicio de un reposicionamiento con proyección nacional para el año que viene. El flamante secretario general de la Gobernación sería el encargado de organizar las visitas de Scioli por el interior del país.
Por otro lado, Mouriño tiene una excelente relación con el jefe de gabinete bonaerense, Alberto Pérez, al que siempre se calificó por lo bajo como la bète noire de Pepe Scioli dentro del Ejecutivo.
De esta manera, Alberto Pérez, el hombre de máxima confianza de Scioli, es uno de los ganadores con este movimiento de piezas, ya que va a tener un discado directo con una secretaría que le fue difícil desde el inicio de la gestión sciolista en 2007. El gobernador tendrá entonces unificado el criterio tanto en la jefatura de gabinete como en la secretaría general de la Gobernación.
Por su parte, Pepe, que como pudo saber La Política Online sigue visitando la Gobernación, seguirá ocupándose del avance de las obras del Estadio Único de La Plata para “sacarse un gusto personal”. Aunque aseguran que en la secretaría que supo encabezar hasta diciembre ya no tendrá incidencia.
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