domingo, 6 de julio de 2008

Cita de autoridad

Leía hoy en el suplemento Cash, de Página 12, la exposición que Aldo Ferrer hiciera en la Comisión de Agricultura y Ganadería hace unos días. Me pareció interesante rescatar algunas cosas.

En primer lugar plantea que es insuficiente creer que se trata de una discusión sobre el reparto de la riqueza y defender el precio de los alimentos en el mercado interno; se trata ni más ni menos que de la definición del modelo de desarrollo económico del país. En el fondo plantea que lo importante es si la especialización de un país en términos de la división internacional del trabajo favorece o no la formación de una estructura productiva industrial moderna, eficiente y competitiva. Sin duda la forma en que un país se vincula con el resto del mundo determina que se pueda o no difundir la tecnología y poner en marcha procesos de largo plazo de acumulación de capital, conocimientos, gestión y organización de recursos.

En otro tramo, descree que sólo con los números favorables del agro alcance para que el país se desarrolle, en tanto una economía desarrollada no puede sostenerse sólo sobre la producción de productos primarios. No hay ningún país desarrollado (cómo le discutía a Ana C., del blog Finanzas Públicas, hace un tiempo) que se asiente en la renta de sus productos primarios. El desarrollo de la economía en su conjunto requiere del avance de los distintos sectores de la estructura productiva de la economía. Ha quedado lo suficientemente demostrado que en un país subdesarrollado, el mercado no es un buen asignador de recursos, y mucho menos de corregir las fallas que se presentan.

En otra parte de su alocución expone la necesidad de contar con tipos de cambio diferenciales para asegurarle rentabilidad a la producción de bienes transables, claro que eso siginifica que algunos sectores primarios deberán subsidiar a los más complejos -¿recuerdan lo "acero o caramelos?, y que el Estado tiene la obligación de intervenir en esta discusión fijando las prioridades, siempre con la mirada puesta en un futuro no dependiente -que lejanas me parecen las lecturas sobre nociones de economía política-, de un solo sector, con el cual no zafaríamos del subdesarrollo. Pareciera que todavía no ha quedado claro que la transformación productiva es esencial, que no es lo mismo producir acero o caramelos. ¿No?

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