sábado, 28 de marzo de 2009

Merlucita entregate


Levantamos esta nota de la Agencia Paco Urondo.

Por Roberto Maturana, Oficial de Marina Mercante-Investigador

Los informes de la Auditoría General de la Nación, organismo de rango Constitucional, nos permite conocer la actuación de las autoridades de la República frente a los discursos actuales que reivindican administraciones pasadas. Estos informes muestran a los responsables de la situación presente de nuestro caladero nacional.

Recordemos que en nuestro país una de las especies que concentra el mayor porcentaje de capturas -merluza hubbsi- se encuentra en emergencia nacional. La emergencia fue ordenada por la ley 25.109 del año 1999 debido a que hubo una sobrepesca que en 1998 fue de un 39% sobre el máximo permisible, para luego ser nuevamente rebasada en un 185%. La AGN realiza sus auditorías "para evitar los excesos en la explotación del recurso pesquero y asegurar su explotación sustentable para las generaciones futuras" y en "Informes sobre Pesca 2008", alerta: "la situación actual de la merluza hubbsi continúa siendo preocupante".

Otra especie auditada en el mencionado informe, es el calamar calamar illex que junto a la merluza hubbsi constituyen el principal sustento del sector y advierte que "no se cuenta con planes de manejo a largo plazo para estas 2 especies" y a pesar de las observaciones y recomendaciones que oportunamente realizara para "fomentar el ejercicio de la pesca marítima en procura del máximo desarrollo compatible con el aprovechamiento racional de los recursos vivos marinos y promocionar la sustentabilidad de la actividad pesquera, fomentando la conservación a largo plazo de los recursos, favoreciendo el desarrollo de procesos industriales ambientalmente apropiados", obligación de las autoridades según la Ley Federal de Pesca. Ergo, el Caladero Nacional continúa en situación de crisis.

La ilegalidad de la sobrepesca: 1 de los 3 puertos que concentra la pesca marítima de nuestro país es el de Mar del Plata, Prov de Bs As y en este puerto Bonaerense converge un proceso depredatorio extremo al amparo de las autoridades. La cronología del daño provocado a nuestras riquezas pesqueras, tiene como protagonista al Ing Agrónomo Felipe Solá que ya desde 1989 decidía sobre la pesquería como Secr de Agricultura, Ganadería y Pesca, cargo que ocupara hasta 1991, para retomar la misma función en el período 1993-1998. Ya en 1991 la Prov de Bs As participaba con el 60% de las capturas totales y la mortalidad de peces ese año fue superior en 25% al promedio de los años anteriores.

El nivel de biomasa para ese mismo año mermó y tuvo los índices más bajos desde el período 1983-1990. La sobrepesca era ya un gravísimo problema durante la 1ª incursión de Felipe en el sector. En 1995, el informe del Proyecto "Observadores a Bordo" del INIDEP, constató un elevado nivel de descarte por exceso de materia prima a bordo. También verificó una diferencia del 61,9% entre la información recogida a bordo y el parte de pesca; la diferencia constituye el descarte. El Ingeniero Agrónomo sabía que se tiraban al mar 50 Tm diarias de pescado fresco. En 1996 la especie merluza hubbsi representó el 81% de las capturas de la flota fresquera. Las capturas totales crecieron un 45%. La pesca del calamar illex aumentó más de 6 veces en relación con el año 1991. Las exportaciones alcanzaron los u$a 1.013 millones (11,6% más que el año anterior). En volumen, las exportaciones totales ascendieron a 671.700 Tm (15% más que el año anterior); calamares por valor de u$a 364 millones (en 1991, se habían exportado u$a 24 millones) y merluza por u$a 265 millones. Cifras millonarias, cajas millonarias.

Las capturas totales ascendieron a 1.225.958 Tm. Se capturó un 48% más que la captura máxima permisible. En 1997 se alcanzó el pico máximo anual -y también el mensual- de pesca de merluza cuando tras un nivel de capturas mensuales ubicadas por encima de las 40.000 Tm se pasó a 65.000 Tm en diciembre de dicho año, para un total anual de 585.000 Tm. Para coronar su gestión el año 1998 se redujo la biomasa a niveles críticos, y como Gobernador siguió gestionando el sector como máximo responsable de la Administración Bonaerense. ¿Cómo se logra que impunemente se llegue a semejante situación de depredación?

Ya en 1995 se constata que los buques pescan con permisos triangulados en abierta violación a las leyes 24.315 y 24.922; los buques cedentes, siguen pescando sin haber sido dados de baja como estaba previsto. Casi todos los barcos pescan merluza, aún con permisos para otras especies. Se verifican maniobras de transferencia de permisos de pesca de buques de menor porte a otros, más grandes. Buques congeladores aparecen convertidos en fresqueros. Todos con permisos firmados por la autoridad competente en la materia, la Subsecr de Agricultura, Ganadería y Pesca.

En el 2000, un informe de la UBA solicitado por el Consejo Federal Pesquero a la UBA, denuncia irregularidades en los permisos de captura, y queda comprometida la Administración Solá. El informe original fue destruido deliberadamente e ignorado por las mismas autoridades pesqueras que lo habían solicitado. En 2003, la Procuración del Tesoro de la Nación emitió el Dictamen 163/03, estableciendo la nulidad varias de las resoluciones que otorgaban estos permisos ilegales. Sobre la ilegalidad de los permisos de Felipe también se expidieron la Sindicatura General de la Nac, la Auditoría General de la Nac y el Ministerio de Economía de la Nac.

Las prebendas para la pesca ilegal también favorecieron a buques extranjeros. La mencionada Ley 24.315 de 1994 que aprueba un acuerdo sobre las Relaciones en Materia de Pesca Marítima con la Comunidad Económica Europea para "promover la conservación y la explotación racional de las poblaciones de peces sobre una base sostenible, con arreglo a las disposiciones pertinentes de la convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar". El acuerdo tendría validez de 5 años a partir de su entrada en vigor y continuaría vigente por períodos adicionales de 2 años, salvo denuncia por escrito de una de las Partes y permitió a la Comunidad, en el marco de su política de reestructuración de la flota, facilitar la incorporación de buques comunitarios a empresas constituidas o que se constituyeran en Argentina. A este fin, la Argentina en el marco de su política de renovación tecnológica en materia pesquera, facilitaría la transferencia de los permisos de pesca vigentes y expediría los nuevos permisos que correspondieran en virtud del acuerdo. La condición era la captura especies excedentarias, prohibiendo la pesca de merluza y langostino.

Parte de la flota Europea que ingresó a nuestras aguas, se encontraba inactiva en España por ser altamente depredatoria. Y ante la falta de controles de las autoridades que no sólo otorgaban permisos triangulados, estando pendiente las nulidades mencionadas en el párrafo anterior, se permitió a estos buques capturas de merluza hubbsi aún ante la denuncia de la AGN en sus informes. En mayo de 1999 la Argentina denuncia el acuerdo y cesa la vigencia del mismo. En junio del mismo año se decreta la emergencia pesquera nacional, mentada por quienes son garantes de la conservación de nuestros recursos por mandato legal. Mientras, desde la Subsecretaría de Solá se anunciaban los récords de capturas, los trabajadores de la pesca sufrían una fuerte pérdida en sus ingresos, ya que los viajes aumentaban su duración para llegar a puerto con la misma cantidad de carga, y los tripulantes cobran en proporción a la captura. Y Felipe llegó aún más lejos: emitió una Resolución, amparado en el Decreto 817/92, autorizando a personal extranjero para ocupar puestos de trabajo en buques nacionales, solucionando el problema de desocupación de las tripulaciones europeas. La Ley Federal de Pesca ordenaría esta situación al disponer que el 75% del personal embarcado sea de nacionalidad Argentina y habiendo tripulantes Argentinos en disponibilidad, la tripulación debe ser completada con ellos.

Democracia y control: Siguiendo con el informe citado de la AGN sobre el sector: "Las falencias detectadas en el control y fiscalización de la operatoria pesquera atentan contra la sustentabilidad del recurso y vacían de contenido la legislación vigente". Depredación e ilegalidad, pasado y presente de los responsables del sector pesquero. Hoy tenemos la oportunidad de escuchar y leer en los medios la perorata de Solá en su campaña para perpetuarse en el poder, seguro de su impunidad, ocultando cuidadosamente su actuación en un sector despojado tal como lo muestran los informes técnicos que sí cumplen con el mandato legal de auditar el cumplimiento del paso de quienes no temen ser juzgados ya que gozan del resguardo que les brinda la complicidad de quienes comparten su posición de privilegio, usufructuando un mandato Democrático por sus propios intereses, a espaldas de Ciudadanos empobrecidos, desbastados en alimentación, educación, salud, seguridad, trabajo, bienestar. Al igual que los poderosos genocidas de ayer, al finalizar sus mandatos, serán juzgados quienes por su política aplicada generan de hambre y genocidio. (Agencia Paco Urondo)

jueves, 5 de marzo de 2009

Es la balanza que no ayuda..


La presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció que en la próxima reunión del G-20, la Argentina reclamará la reformulación del Banco Mundial, del Fondo Monetario Internacional (FMI) y también regular el movimiento de capitales a nivel global. Sin duda, la corrección de los desbalances globales –que contribuyeron a la gestación de la crisis financiera- y la reforma de los entes multilaterales, como el FMI, permitirían paliar la crisis de los países en desarrollo, que han sido los responsables de las tres cuartas partes del crecimiento de la economía mundial en los últimos diez años.
Hoy, en cualquier país del mundo el superávit de cuenta corriente es inseparable del déficit en la cuenta de capital. O dicho de otra forma, si se tiene una cuenta corriente a favor, quiere decir que está exportando capital al resto del mundo o viceversa. En los últimos diecisiete años, el déficit de cuenta corriente de Estados Unidos aumentó en forma considerable. En el año 2007 fue de algo así como el 1,5% del PIB mundial. Este déficit creciente fue financiado principalmente por países productores de petróleo, países de Asia —especialmente China— y Japón. En pocas palabras: la primera potencia económica y militar mundial ha estado importando capitales a un ritmo creciente desde las economías en desarrollo, provocando un desbalance global tal que constituye uno de los focos de incertidumbre mundial más importantes.
Existen distintas teorías que explican por qué el mundo en desarrollo hace este tipo de cosas. Una razón bastante evidente es que con el fin de evitar las típicas crisis financieras de la década pasada -abruptos cortes en los flujos de capitales-, muchos países optan por acumular reservas internacionales en dólares. Esto se explica porque las erróneas políticas implementadas por el FMI en los años ‘90, impulsando la apertura económica y la liberalización de los mercados –fundamentalmente para que los países centrales recibieran el flujo de esos capitales-, nunca sirvió a nadie para salir relativamente bien de una situación de crisis. Como es claro, la institución creada globalmente para auxiliar financieramente a países en dificultades, fracasó rotundamente en su principal cometido. La prueba la dan los países que podían llegar a necesitar su ayuda optaron por el doloroso camino de acumular dólares por cuenta propia como forma de reaseguro ante una posible crisis. De forma muy esquemática, esto quiere decir que los países con menor desarrollo relativo optaron por ahorrar –generando un superávit de cuenta corriente- una parte de su ingreso comprando dólares para cubrirse ante crisis generadas por los movimientos de las finanzas internacionales. El problema no es la superabundancia de ahorro de los países emergentes, sino el ahorro forzoso causado por la ineficiencia del FMI.
El inmenso flujo de capitales movilizándose hacia los EE.UU. permitió que bajara la tasa de interés, el crédito se hiciera más barato y que gracias a las nuevas tecnologías, a las regulaciones favorables y a las innovaciones en el sector de los servicios financieros, los mercados financieros salieran a la búsqueda de eso que llaman "rendimiento". Por un momento este aparente círculo virtuoso hizo maravillas económicas. Hasta que la burbuja explotó.
Hoy, hace falta que China y el conjunto de los países emergentes consuman e inviertan más que antes, y que la economía de Estados Unidos sea más efectiva generando capital que consumiéndolo. Entonces, para comenzar a solucionar la crisis, se deberían estructurar mecanismos de liquidez eficientes para las economías en problemas. De esta manera, los países en desarrollo podrían consumir e invertir estimulando la demanda interna. Así reducirían su demanda de dólares y por lo tanto su superávit de cuenta corriente, lo que dará lugar a menores flujos de capitales hacia las economías desarrolladas. Hasta ahora, la abundancia de capital y la extensión del crédito no han remediado los problemas de fondo; sólo los han postergado, hasta estallar la burbuja global.