domingo, 21 de septiembre de 2008

Silogismos

El putsch agropecuario y el voto de Cobos, los hechos más impactantes de la Argentina de los últimos cinco meses, quedaron atrás. Sin embargo, como es habitual, el vértigo informativo que día a día “anoticia” más pero informa menos, va dejando hechos, palabras, que desaparecen al rato o al otro día, pero que ocultan, ex profeso, las reales discusiones de fondo.
Hace unos días, casi desapercibidamente, un matutino informó que la Mesa de Enlace & Cía, le solicitó a Sergio Massa a través de una misiva la suspensión del Censo Nacional Agropecuario –actualmente en marcha-, ante la falta de participación de “técnicos de reconocida trayectoria”, que el Censo además carece de la “calidad científica que amerita el mismo” y que no asegura las “garantías de confidencialidad” necesarias. Como forma de aumentar la insignificancia del reclamo, se pone el acento en la supuesta pícara maniobra de la Mesa de estimular un enfrentamiento entre el Jefe de Gabinete y el Secretario de Comercio. Un clásico de de los últimos meses para desviar la atención.
Esta forma de construir una realidad “conveniente”, a través de una falsa argumentación convertida en oportuno silogismo –propio de la mezquindad de un sector privilegiado- en el que la sola mención de la supuesta incapacidad del INDEC para llevar a cabo el relevamiento, se infiere la necesidad de su suspensión. Así presentados los argumentos, existe la intención de escamotear el verdadero sentido de sus intenciones. Si se revisan las afirmaciones vertidas en la mentada misiva, lo primero que se destaca es la representatividad de los firmantes, autoerigidos en los últimos meses como únicos interlocutores válidos “del campo”. Si bien las cuatro entidades signatarias dicen representar al conjunto de la casi totalidad de los productores agropecuarios, según los datos del Censo Agropecuario de 2002 solo el 4% de los productores estaba afiliado a alguna entidad verdaderamente gremial y el 13 % estaba agrupado en cooperativas. “Esta es la verdadera representatividad que tienen las entidades”, señalaba en su momento un especialista. Según dejan entrever, en el actual censo, estos números no variarían sustancialmente.
Por otro lado, y según las fuentes del sector consultadas, los mentados “técnicos de reconocida trayectoria” fueron quienes durante la década del noventa no objetaron públicamente la no ejecución de los Censos Agropecuarios que debieran haberse realizado en 1993 y en 1998, según lo estipulado en el Decreto 3110/70 del Poder Ejecutivo Nacional reglamentario de la Ley 17622 de creación del Sistema Estadístico Nacional. En cambio sí avalaron, en el año 2002, la realización de un censo agropecuario cuyo período de referencia (Julio 2001 – Junio 2002) abarcó casi con exactitud la mayor crisis económica y productiva de la Argentina. Consecuentemente, los datos estructurales del sector obtenidos en dicho operativo deben ser seriamente cuestionados, porque difícilmente pueda considerárselos como representativos al momento de analizar políticas públicas sectoriales, o al analizar académicamente la función de producción del sector Agrícola – Ganadero de nuestro país.
Por su parte, el CNA 2008 –metodológicamente- respeta íntegramente el relevamiento de información productiva del Censo 2002. Presenta como novedad, el relevamiento de información referida a Superficie Cosechada y Cantidades Producidas, ya que hasta el Censo anterior solo se relevaba la superficie implantada. Cierto es que en esta ocasión se incluye un Cuestionario de Datos Económicos, pero sorprende que se pretenda presentar esta novedad como una cuestión que puede afectar la calidad del Censo Agropecuario o que pueda tener objetivos no relacionados con el uso estadístico. La necesidad de recabar información económica del sector agropecuario en los operativos censales, surge de recomendaciones internacionales (FAO), ha sido largamente discutida y analizada por los profesionales de Sistema Estadístico Nacional, con los Organismos Públicos con responsabilidad primaria en la materia y en ámbitos académicos en oportunidad de la realización del CNA 2002, acordándose que correspondía llevar a cabo el relevamiento de estos datos. Atento al grado de avance que tenían las tareas precensales en ese momento, se resolvió su implementación a partir del Censo en curso.
Debe señalarse también, que el operativo censal en marcha tiene un período de referencia y fechas de corte de la información preestablecido, por lo que el relevamiento de campo no necesariamente debe realizarse en forma simultanea en todas las jurisdicciones, ya que la totalidad de la información relevada estará referenciada a un mismo momento del tiempo.
Es usual que diversos sectores productivos expresen su disconformidad con medidas que impulsa un gobierno. Sin embargo, cada vez que se abre una instancia para conocer las condiciones en que desarrolla sus negocios un sector privilegiado se convocan a los peores fantasmas. Solo exorcizando esos espectros se presentan condiciones para empezar a discutir una política de desarrollo e inclusión para todos los argentinos.

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