Si lo dice el Financial Times:
El problema fundamental es que los macroeconomistas tratan a la inflación como una variable, mientras que la mayoría de nosotros no. La estabilidad de precios es un componente crítico del contrato social que llamamos dinero. Aceptamos el dinero como medio de pago, como unidad de cuenta y, lo más importante en este contexto, como depósito de valor. Confiamos en que el Banco Central no lo altere. El problema aquí no es que un tipo particular de inflación se incumpla, es el simple hecho de que la inflación se considera una variable que se metió con en el primer lugar. Una de las muchas lecciones de la crisis es que los modernos modelos macroeconómicos no son confiables para ofrecer un marco con el cual abordar los verdaderos problemas macroeconómicos de un mundo globalizado con grandes mercados financieros. A menos y hasta que los macroeconomistas encuentren una manera de integrar conceptos como el default y las burbujas especulativas en sus marcos teóricos, es difícil verlos haciendo una contribución útil al debate de política. En consecuencia, debemos tratar a los consejos para aumentar la meta de inflación con mucha cautela.